La inflación acumulada entre enero y julio de este año llegó al 16,92%, según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supera incluso la proyección anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), que estimó un 15%, y duplica la meta oficial del Ministerio de Economía y Finanzas, fijada en 7,5%.
Desde el INE aseguran que el incremento en el nivel general de precios se debe, sobre todo, a la conflictividad social registrada en el país en un contexto electoral.
En particular, señalan los bloqueos de caminos convocados por el expresidente Evo Morales como un factor determinante, al tratarse de una medida de presión para ser habilitado como candidato en las elecciones del próximo 17 de agosto.

Alza
El dato refleja el fuerte impacto que tuvieron los bloqueos sobre el costo de vida, especialmente en junio, cuando el índice mensual escaló a 5,21%, el más alto en años recientes.
El director del INE, Humberto Arandia, explicó que la inflación de julio fue de 1,20%, mostrando una desaceleración respecto al mes anterior. Sin embargo, advirtió que el daño económico ya está hecho: “Más de 4 puntos porcentuales del dato de junio se explican únicamente por los bloqueos promovidos por el señor Evo Morales”, afirmó.
Arandia detalló que los productos con mayor alza en julio fueron el almuerzo (por efecto encadenado del alza de insumos), frutas como plátano y banano, el transporte interdepartamental y artículos de aseo personal.
En estos últimos, el incremento fue atribuido a un rezago del tipo de cambio alto de abril y mayo.
La división de “Bienes y servicios diversos” fue la que más presionó el índice general con un aumento de 4,29%. Le siguen los alimentos consumidos fuera del hogar (almuerzos, platos especiales, etc.), con una variación de 1,85%.
Pese al panorama general, el informe también identificó caídas de precios significativas, especialmente en productos frescos. La carne de res y de pollo, la cebolla, el tomate y el zapallo bajaron sus precios en julio, a medida que se restableció el abastecimiento en los mercados del país.
El director del INE vinculó la inflación con el tipo de cambio paralelo, que llegó a superar los Bs 17 por dólar durante los bloqueos, antes de caer a niveles cercanos a Bs 16, tras la aprobación de créditos internacionales por parte del Legislativo y un superávit comercial registrado en junio.
Análisis
Sin embargo, el economista Carlos Aranda, del Centro de Estudios Populi, discrepa de esta interpretación oficial y sostiene que el origen del problema es más profundo: la emisión monetaria.
“La aceleración inflacionaria no es transitoria: ha comenzado a consolidarse. Es cierto que los conflictos sociales afectaron coyunturalmente los mercados, pero reducir el fenómeno a esa causa es minimizar la raíz del problema. Lo que estamos viendo es el resultado de una masiva emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal del sector público”, señaló Aranda.
El analista explicó que, según datos del propio Banco Central de Bolivia, entre enero y mayo de este año la emisión monetaria creció en más de Bs 8.000 millones, lo que representa un incremento del 10% en la base monetaria en una economía que, al mismo tiempo, se encuentra estancada.
“Cuando hay más billetes circulando y la producción no crece, el precio de los bienes —como las manzanas en un ejemplo simple— no tiene otra opción que subir”, enfatizó.
Este año el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecto una inflación anual para Bolivia de 15%,8 mientras que el crecimiento económico será limitado, con un aumento del PIB de apenas 1,1% este año y 0,9% en 2026.
Según el organismo internacional el país enfrenta una ralentización económica similar a la de otras economías emergentes en América Latina. Además, experimenta una desaceleración en el consumo y la inversión privada, agravada por el bajo dinamismo del sector externo.
En tanto, que el ministerio de Economía y Finanzas, estimó una inflación de 7,5%.
Bolivia cerró el año pasado con una inflación de 9,97 %, que hasta ese momento fue la más alta desde 2008, cuando el país registró una inflación de 11,8 %.
Aranda advirtió que la tendencia inflacionaria podría persistir hasta fin de año debido a que el Presupuesto General del Estado 2025 ya contempla un déficit fiscal cercano al 10%.
“El Estado no tiene acceso a crédito externo ni interno y la única fuente de financiamiento sigue siendo el Banco Central de Bolivia”, aseguró Aranda.
El Deber