Tras la denuncia emitida por la Cancillería de Bolivia ante la comunidad internacional, en la que se acusa a Evo Morales y a sus seguidores de promover acciones para acortar el mandato del presidente Luis Arce e imponer una candidatura inconstitucional, el exmandatario respondió rechazando tales señalamientos y defendiendo su derecho a participar en política.
“Como hijo de la tierra, como indígena, como boliviano, reitero mi compromiso inquebrantable con la democracia, con la paz y con los más humildes. No callaremos ante la injusticia. No claudicaremos en la defensa de nuestro pueblo”, escribió Morales en sus redes sociales.
El pronunciamiento de Morales llega en medio de bloqueos de caminos liderados por sectores afines a su figura, cuyos dirigentes declararon públicamente que no permitirán elecciones si el exmandatario no es habilitado como candidato. Incluso han emitido amenazas contra vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y sus familias, además de exigir la renuncia del presidente Arce.
Pese a estos hechos, Morales aseguró que las movilizaciones no tienen como fin una candidatura, sino que responden a una demanda más amplia: “Hoy, las movilizaciones no son por una persona ni por una candidatura. Son por la vida, por la dignidad, por la democracia. Son el grito del pueblo que ya no puede esperar, que clama por pan y justicia. Porque cuando un gobierno que fue elegido con el 55% de apoyo, hoy apenas tiene el 2%, no es una oposición la que habla: es el pueblo que se levanta”.
Durante un acto en Villa Tunari, también respondió de manera directa al comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores: “Esta mañana me informé de un comunicado de la Cancillería, con una hipocresía a la ilegalidad y la constitucionalidad, diciendo que Evo está inhabilitado por Constitución. Qué mentira, pobre Cancillería, cómo quedará”.
Además, acusó al Gobierno de distorsionar la realidad con mentiras y sostuvo que cuenta con el respaldo de expresidentes como Rafael Correa (Ecuador), Ernesto Samper (Colombia) y Cristina Fernández (Argentina), quienes, según Morales, respaldan su derecho a postularse nuevamente.
“No se puede entender semejante atrevimiento y el pretender confundir al pueblo y al mundo; no van a confundir al mundo con mentiras”, remarcó el exmandatario.
En otro mensaje, Morales culpó a la administración de Arce por la actual crisis social y política, atribuyéndola a una “mala gestión” que habría socavado la estabilidad económica. También denunció la supuesta criminalización de líderes sociales, la persecución judicial y la exclusión de candidaturas para imponer una única opción en los comicios.
“Nuestra lucha no es contra Bolivia, es por Bolivia”, afirmó Morales, pese a que actualmente permanece en el Trópico de Cochabamba, donde se resguarda ante un proceso legal en su contra por un caso de trata y tráfico.
A pesar de no haber registrado su candidatura en los plazos establecidos por el TSE —al no contar con una sigla habilitada—, Morales insiste en su habilitación, basándose en interpretaciones jurídicas de algunos especialistas nacionales e internacionales.
“Nunca podemos perder la esperanza, no es la primera vez que enfrentamos esta clase de problemas, con unidad siempre triunfamos. Lo más importante es no rendirse ni venderse”, expresó ante sus bases en el Trópico.
Sin embargo, los fallos del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) limitaron la reelección presidencial continua y discontinua, por lo que Morales se encuentra inhabilitado para postular nuevamente al cargo.
La Cancillería, por su parte, reiteró su advertencia a la comunidad internacional sobre las movilizaciones que, según indicó, buscan generar incertidumbre y forzar cambios por vías no democráticas. “Ningún actor político puede situarse por encima de la ley”, subrayó en su comunicado.