Lo que comenzó como un traslado “por seguridad” terminó en una tragedia familiar que enluta a dos hogares. El martes, Idel Brandon Rodríguez Da Silva, ciudadano brasileño de 36 años acusado de asesinato, fue trasladado desde la cárcel de Mocoví (Trinidad) hasta el penal de máxima seguridad de El Abra, en Cochabamba.

Apenas dos días después, Rodríguez Da Silva fue brutalmente asesinado dentro del penal con 25 puñaladas, en un ataque que, según la Fiscalía, estuvo motivado por rencillas personales con otro interno, Marco Antonio Flores Paucara, también preso por asesinato.

Pero la violencia no terminó ahí. Al recibir la noticia del crimen, la esposa del reo sufrió un paro cardíaco fulminante y murió en Trinidad, dejando a la familia sumida en el dolor.

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“No solo ha fallecido él, asesinado aquí, sino que su esposa, al recibir la noticia, tuvo un ataque cardíaco y falleció también. Ahora la están velando en Trinidad”, relató un familiar a Red Uno.

La pareja deja tres hijos en la orfandad, y sus allegados claman ayuda para poder trasladar los restos de ambos hasta Beni y despedirlos juntos.

Los familiares también cuestionaron las circunstancias del traslado de Rodríguez Da Silva:

“Lo llevaron sin orden judicial. Él mismo decía que no entendía por qué lo habían traído a Cochabamba. Dos días después ya estaba muerto”, denunciaron.

La doble tragedia ha desatado indignación en los allegados, quienes exigen apoyo para los niños y transparencia en las investigaciones. Mientras tanto, las autoridades policiales y penitenciarias continúan indagando sobre las condiciones en las que se produjo el asesinato dentro del penal de El Abra.

El País

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