El dirigente del barrio San Marcos, Rodrigo Castillo, señaló su profunda preocupación por la difícil situación económica que atraviesan los sectores más vulnerables de la población, en sus declaraciones recalcó su compromiso con la defensa de quienes más sufren las consecuencias de la crisis.
Mencionó que la carne no ha bajado, el puchero continúa a 28 bolivianos, y productos esenciales como el arroz, el fideo y el pollo llegan hasta los 25 bolivianos el kilo. Además, el aceite se mantiene a 20 bolivianos en las tiendas de barrio. Frente a esta situación, apuntó directamente al Gobierno nacional como responsable de lo que calificó como una crisis infraccionaria.
Habrían quedado con varios dirigentes del barrio el cual dice que al presidente del Estado Plurinacional, los señores diputados, senadores yasambleístas el pueblo ya no aguanta más. Hoy se dirigen a ustedes con el dolor de la patria que sufre, con la voz de los barrios que ya no tienen qué comer y qué poner en la mesa, manifestó.

Con indignación, denunció que mientras algunos se enriquecen, otra gente está muriendo de hambre. Por ello, llegó a proponer que el salario tope sea de 15.000 bolivianos y que a partir de ese monto se regulen todas las escalas salariales del sector público, asimismo exigió una reforma salarial, el recorte de privilegios de los funcionarios públicos y una sanción más dura contra los corruptos siendo treinta años de cárcel sin derecho para los corruptos.
En esa línea, desde el Comité de Defensa de la Canasta Alimentaria, también plantean el cierre de empresas estatales deficitarias, el despliegue de regimientos militares en fronteras para frenar el contrabando, además de políticas claras para generar empleo.
Finalmente, Castillo adelantó que todas estas propuestas serán presentadas de manera formal al Gobierno nacional.