El Alcalde de Tarija, Johnny Torres, dio a conocer la difícil situación financiera por la que atraviesa la Alcaldía, destacando que el presupuesto disponible para la gestión de la ciudad y sus infraestructuras es muy limitado. Según Torres, a pesar de que los recursos propios de la Alcaldía han llegado a los 508 millones de bolivianos, el presupuesto que se destina para el funcionamiento de la ciudad y sus barrios no supera los 23 millones de bolivianos.
Torres explicó que, con esos 23 millones, la Alcaldía debe cubrir las necesidades de 280 barrios, 78 comunidades, 190 colegios, infraestructuras de salud, la Policía Municipal, el matadero, la terminal y otros servicios descentralizados. Además, destacó que la crisis de la carne, con la escasez de faenado y el aumento de exportaciones hacia Argentina, está afectando aún más las finanzas municipales.
El Alcalde señaló que la Alcaldía asume la responsabilidad de pagar una gran cantidad de servicios, tales como luz y agua de los colegios, infraestructuras de salud, mantenimiento de calles, asfaltos, empedrados y alumbrado público, entre otros. Ante esta realidad, Torres planteó la pregunta de cómo será posible gestionar todo esto con un presupuesto tan reducido.

“El desayuno escolar solo cuesta 22 millones; el bono para personas con discapacidad alcanza los 7.5 millones, el transporte escolar rural representa 2.5 millones, y tenemos que pagar el 30% de la renta dignidad, nutri bebé, tri mamá y otros bonos recurrentes. Descontando todo esto, nos quedan 23 millones de inversión, pero hay que considerar que al menos 10 millones deben destinarse al área rural, dejando solo 13 millones para la ciudad”, explicó Torres, haciendo hincapié en la creciente pobreza que se distribuye en la ciudad.
La Voz de Tarija